Con el internet las cosas se han complicado y hoy asistimos a lo que se está llamando la "infidelidad emocional".
Por ejemplo, enviar un mensaje a una compañera o compañero de trabajo elogiando su vestuario, corte de pelo o preguntándole por qué tenía esa sonrisa tan deliciosa esta mañana.
Usted me dirá que esto es comunicación inocente con otro ser humano al que vemos todos los días y no tiene nada que ver con ningún tipo de infidelidad.
Y muy probablemente tenga razón. Pero, yo pregunto, ¿le ocultaría ese correo electrónico a su pareja? ¿Le molestaría saber que su pareja envía un correo electrónico similar a otra persona?
Entre el simple flirteo y la infidelidad existe la misma relación que entre el noviazgo y la boda: uno lleva al otro, aunque no necesariamente
Si la respuesta a ambas preguntas es sí, usted ha ingresado en lo que los especialistas llaman la infidelidad emocional.
Esto por varias razones. Entre el simple flirteo y la infidelidad existe la misma relación que entre el noviazgo y la boda: uno lleva al otro, aunque no necesariamente.
Es decir, usted puede flirtear y no pasa nada. Pero el juego tiene sus riesgos porque puede ser muy divertido y convertirse en un hábito emocionalmente más necesario que la sonrisa de su esposa o marido.
- Apoyo electrónico
Todo acelerado por un segundo factor: el mundo del correo electrónico.
Si usted prefiere la comunicación electrónica a hablar con su pareja está al borde del "affaire" emocional.
Protegida por el relativo anonimato de una pantalla, gente que apenas se conoce envía mensajes con claras alusiones sexuales que tardarían semanas o meses en expresarse en la comunicación cara a cara.
En todo caso los especialistas proponen un test de seis preguntas para ver si usted es emocionalmente infiel:
* En vez de compartir sus sentimientos con su pareja, ¿se los confiesa a su amigo/a?
* ¿Comenta los problemas que tiene en su matrimonio a su amigo/a?
* ¿Le es más fácil conversar con su amigo/a que con su pareja?
* ¿No quiere contarle a su pareja todo sobre su amistad con esa persona?
* ¿Le resultaría incomodo que su pareja leyera los emails/mensajes de texto con su amigo/a o que lo/la viera interactuar con él/ella?
* ¿Alguna vez ha pensado en su amigo en momentos íntimos con su pareja o ha perdido interés en las relaciones sexuales con su pareja debido a él/ella?
Anótese un punto por cada "sí" en las primeras tres preguntas; dos puntos por cada "sí" en las siguientes tres.
Si el resultado es 3 o menos, son "sólo amigos"; si es 4-5 es posible que sean más que amigos; si es 6-9 se trata de un affaire emocional.
En resumen, si usted prefiere la comunicación electrónica para discutir sus problemas matrimoniales, personales, profesionales y emocionales a la conversación en casa con su pareja está al borde del affaire emocional.
La cosa se torna definitivamente en un adulterio de este tipo, claro, sin sexo, si usted tiene fantasías o jamás mostraría a su pareja u otra persona, los mensajes electrónicos en cuestión.
Complicada la vida moderna, ¿no es cierto?
Texto original de Marcelo Justo.
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