Si, quiero mis divisas, y no el cupo de 3.000$ sino lo que yo quiera, tengo libertad económica, hasta la bicha que tanto quieren cambiar (¿será por eso?) me da ese derecho. Hasta cuándo vamos a permitir que el Estado nos diga qué hacer con nuestras vidas, con nuestro dinero, con la educación, con la programación de la televisión…Yo quiero poder hacer con mi plata lo que me plazca, el control de cambio es un absurdo, y ahora más que sólo nos darán 400$ àra todo el 2008. Si estamos tan bien como dice el gobierno, si la economía es tan sólida como nos hacen ver, si NUESTRAS reservas nos alcanzan y nos sobran, ¿por qué hay controles?, por qué la excusa de que se gastan en cosas “no esenciales” para dejar sin dólares a la gente que compra a través de la red, ¿acaso tengo que hacer mercado, comprar leche, medicinas, harinas o huevos por internet?… ¡Coño!, yo por amazon he comprado desde zapatos, pasando por aparatos electrónicos, ropa y una que otra tontería… las vainas esenciales o importantes debería poder comprarlas en mi país.
Quería comprarme un laptop para llevar a cabo mi trabajo con mayor calidad y eficiencia, la iba a comprar por internet y fuera del país, aquí me costaba mucho más del doble. Incluyendo el envío de la máquina a importar, lo que me iba a comprar era una “ganga”… y si me salen con lo de los ilícitos, les digo que ni mi esposo ni yo hemos cometido alguno, y esos ilícitos no existirían sin el estúpido control de cambio. Además, la gente debería tener la libertad de hacer con sus reales lo que quiera. La clase media es la que sale más afectada en todo esto, porque los funcionarios que se dan el lujo de pagar 400$ por una corbata seguro tienen unas cuentotas en el exterior o se pasan el control de cambio por el forro… nosotros los que trabajamos para PAGAR las tarjetas de crédito y cubrir el CUPO de dólares, no vamos a poder comprar sino películas y una que otra mariquera. ¡Adiós laptops, adiós pc, adiós Xbox, adiós!
Quiero mis libertades económicas, yo no quiero que el Estado lleno de funcionarios inmorales, venga a darme lecciones ni a decirme cómo debo vivir y en qué debo gastar. Allá los socialistas a los que les encanta que el Estado dirija sus vidas.
- adictisima (17:35:30) : Misma protesta y misma opiniòn, Kareta. El cupo en dòlares no me lo regala el gobierno: Yo me quemo las pestañas 5 dìas a la semana, màs de diez horas diarias, y considero que me debo poder comprar lo que me apetezca porque YO, YO y nadie màs que YO lo pago. A nadie le importa si me comprè zapatos de marca o la ùltima temporada de 24. Que se levanten de esas poltronas en CADIVI y se pongan a trabajar! Si de verdad lo de la venta de cupos es tan grave como alegan (yo tengo la impresiòn de que es màs ruido/excusa que razòn real) entonces que investiguen y sancionen al que lo hizo; no al que usa su dinero de manera legal. Ellos no midieron a quien jodieron con èsta. Ya està bueno ya de tanta arbitrariedad y tanta excusa. Si Chàvez tiene Ipod, yo tengo derecho a tenerlo. Si Carreño se da gusto con Gucci….a mì tambièn me gusta. Eso no cambia. Que trabajen y dejen de molestar!
- KBULLA (12:43:20) : Bueno, lo importante de esto, es que se sigue con el doble discurso. Venezuela es un país libre y democrático. ¿Para qué o para quiénes? ¿En qué parte del mundo un gobierno invita a los capitales foráneos a venir a invertir en un país en donde no hay libre convertibilidad de divisas? Creo que sólo en Venezuela. ¿Se imagina alguien a un industrial que quiere comprar una máquina para mejorar o ampliar la producción de su empresa y por tamaña osadía se ve obligado a enfrentar todo un frente burocrático ante una caja negra llamada CADIVI, en donde se piden las mil y una estúpidas solvencias que un Estado organizado tendría hace tiempo centralizadas y controladas sin falta de tener que ir de ministerio en ministerio solicitando las mismas? Por paradójico que parezca, son muchos los capitales venezolanos que se han ido a otros países cercanos, como es el caso de la hermana república de Colombia. Un país que con un índice de delincuencia si se quiere superior al de Venezuela y con una situación de acose y asalto guerrillero (a muy pocos kilómetros de la propia capital) resulta más atractivo y seguro para los inversionistas que la “pujante Venezuela petrolera”. Eso es lo importante. No los pocos churupos que antes comprábamos y que ahora no podremos, sino el hecho de que el país vé como poco a poco se cierran empresas y se desestimula la inversión, lo cual se traduce en desabastecimiento y desempleo.
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