La libertad que dio la píldora anticonceptiva a la mujer en términos de planificación de embarazos provocó un impacto social y cultural de proporciones inimaginables. A partir de la década de los 70, período en el cual el uso de este método se extendía con más amplitud, la regulación de la fertilidad redujo significativamente los embarazos no planeados antes de los 22 años, lo que le dio más control a la mujer sobre su vida personal y profesional, y promovió la libertad para acceder a mejor calidad de vida personal, familiar y laboral.
“La evolución social a partir de estos cambios desencadenó una transformación en los ciclos de vida, permitiendo a la mujer ajustar su desarrollo profesional, familiar y personal de acuerdo a sus propias opciones”, analizó el Dr. Santoyo. “No hay que olvidar que la inserción de la mujer en el campo laboral fue de la mano con su incorporación al ámbito académico y a un mayor acceso a la educación superior. Estos cambios fueron posibles dada la nueva libertad de la que gozan las mujeres”.
Este impacto en la vida de la mujer claramente transformó las estructuras familiares. “Durante la primera mitad del siglo XX veíamos familias nucleares con un promedio de hijos nacidos vivos superior al que vemos tras la introducción de la píldora anticonceptiva al mercado. Sin duda la planificación de la familia permitió a las parejas decidir cuántos hijos y cuándo querían tenerlos, considerando sus posibilidades sociales, personales y económicas”, agregó el Dr. Santoyo.
Píldora más condón, aliados contra el SIDA
No obstante, en la actualidad existen mujeres en todo el mundo que carecen de acceso a los mismos derechos que los hombres en términos de empleo, pobreza y educación. Las desigualdades entre ambos sexos ayudan a fomentar la epidemia del Sida, problemática que exige a las mujeres tomar una actitud más proactiva para protegerse contra embarazos no planeados e infecciones de transmisión sexual.
En Uruguay, datos del Programa Nacional de Sida indican que la prevalencia del VIH es de 0.36%, es decir 4 de cada 1000 habitantes. Sobre un total de 5.541 casos de VHI positivo, el 70% corresponde a jóvenes de entre 15 y 34 años. La estadística alerta además sobre el avance de esta enfermedad sobre la población femenina, ya que la proporción es 3 a 1, es decir cada tres hombres hay una mujer infectada (sobre datos de 2003).
Por eso Celsam insiste en que cuando se trata de prevenir embarazos no planeados e infecciones de transmisión sexual, la pareja ideal es el condón y la píldora. ¿Por qué? Porque la píldora anticonceptiva es considerado el método más efectivo para evitar embarazos, pero no para prevenir el contagio de infecciones de transmisión sexual, como el VIH/Sida. Eso explica la recomendación de combinar píldora + condón, que utilizado de forma apropiada es el método ideal para prevenir las infecciones de transmisión sexual como el Sida.
Más allá de la anticoncepción
Desde la introducción de la píldora en 1960, la ciencia médica ha avanzado a pasos agigantados, entregando a la mujer beneficios que van más allá de la sola anticoncepción, ayudando a mejorar el cumplimiento y así disminuir la tasa de embarazos no planeados. Hoy en día existen píldoras de baja dosis que ofrecen un mejor control del ciclo menstrual con una serie de beneficios adicionales como la mejoría de la piel, el control del acné y del hirsutismo o exceso de vellosidad. Además, estas píldoras, que contienen una progestina que se asemeja a la progesterona producida por el cuerpo, pueden contrarrestar el efecto del estrógeno sobre la retención de sodio y agua, lo que también puede incidir positivamente en el peso corporal.
Las siguientes son algunas de las ventajas más importantes de la píldora anticonceptiva:
- Son efectivas y muy seguras.
- Pueden utilizarse desde la adolescencia hasta la menopausia, incluso durante muchos años, siempre bajo control médico.
- Son reversibles. Cuando se decide embarazarse, al dejar de tomarlas, la mujer puede recuperar su ovulación de manera inmediata.
- Tienen beneficios en el ciclo menstrual. Ayuda a que las mujeres tengan menos cólicos o dolores menstruales, regularizan la menstruación, disminuyen el sangrado, reducen el riesgo de la formación de quistes en los ovarios en aproximadamente un 78%.
- Protegen contra la Enfermedad Pélvica Inflamatoria (EPI), enfermedad que puede ocasionar esterilidad.
- Previenen el cáncer en los ovarios y endometrio. Los estudios indican que el uso rutinario de la píldora para la regulación de la fertilidad, que contienen las hormonas estrógenos y progestinas, reducen el riesgo de una mujer de padecer cáncer ovárico en un 40%. Los estudios también revelan que los anticonceptivos orales reducen el riesgo de cáncer endometrial, la membrana que reviste la pared interna del útero, en un 40% y con cada año de uso se reduce un 11%.
- Disminuye la aparición de enfermedad benigna de la mama, en un 50%.
- Reduce el riesgo de embarazos ectópicos, en un 90%.
- Reduce el riesgo de esterilidad primaria (imposibilidad de lograr la concepción sin que exista un embarazo previo). El uso de los AO’s puede reducir su incidencia hasta en un 40%.
- Alivio de las afecciones como acné, seborrea e hirsutismo por un mejor efecto antiandrogénico (disminuye los andrógenos y la testosterona en la mujer).
- Aumento de la densidad mineral ósea y prevención de osteoporosis.
- Disminuye la frecuencia de anemia por deficiencia de hierro, sangrados menstruales de pocos día y en escasa cantidad.
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